El inositol se absorbe fácilmente y se usa para producir los inosítidos activos según sea necesario. Las diversas formas de inositol (fosfatidilinositol e inosítidos como IP3) son activas en la comunicación de célula a célula. Los tejidos afectados incluyen el cerebro, el hígado y los músculos. El inositol (también conocido como mioinositol) es una fuente indirecta de ácido glucurónico, que es esencial para la desintoxicación del hígado.